Archive for September, 2009

Existe un Dios…

Posted: September 23, 2009 in De diario

DopeShow…y se llama Brian Warner!

Aunque le gusta que lo llamemos Marilyn Manson.

We’re all stars now in the dope show
We’re all stars now in the dope show
There’s lots of pretty, pretty ones
Who want to get you high
But all the pretty, pretty ones
Will leave you low
And blow your mind
We’re all stars now in the dope show
We’re all stars now in the dope show

El muy joputa comenzó dos horas tarde, pero valió cada segundo del desvelo y cada gota de café que he tenido que ingerir esta mañana.

Nunca había ido a un concierto suyo, por lo tanto no puedo comparar con conciertos anteriores pero el playlist fue muy bueno, me hizo brincar, cantar, gritar, aplaudir hasta que me ardieran las manos y sacudir la cabeza como loca durante la hora y media que nos deleitó con sus rolas.

die mannequinA eso de las 8:00 abrió Die Mannequin, un grupo de por aquí, liderado por una chavilla bien loca pero tocan bien chido. Más allá de cuando se lanzó para que el publico la cachara, o cuando se subió a la batería, o cuando tocó la batería, la chavilla se ganó los aplausos del público cuando se arodilló frente al micrófono y un miembro del staff la tuvo que sacar a rastras.

We're from AmericaLuego Manson abrió con We’re From America luego pasó a Pretty As a Swastika y de ahí a Disposable Teens con la cual, debo admitir, me lastimé la garganta de tanto gritar, pero me valió madres y seguí cantando/gritando.

El resto de la lista se fue así:

Little Horn
Irresponsible Hate Anthem
Four Rusted Horses
Wow
Leave a Scar

Dope Show El escenario en verde para Dope Show fue genial, luego siguió con:

Wight Spider
Rock is Dead

Las velitas, y todo chido para Sweet Dreams, Manson se bajó del escenario pero los pendejetes que estaban tratando de besarlo/tocarlo/quedarse con un pedazo de él, no le dejaron avanzar mucho y pues, con la pena, se volvió a subir.

Rock and Roll Nigger
Dried Up, Tied and Dead to the World

The Beautiful PeopleClaro, tenía que hacerla de emoción y se fue el cabrón. Obvio, todo el estadio reventó en gritos, aplausos, reclamos y el señor salió a cantar The Beautiful People, que fue simplemente orgasmica.

Me debió Arma-god-damn-mother-fucker-geddon… pero salvo eso, la noche fue excelente. Existe un Dios… y anoche dio concierto en Montreal.

Mi viejito autodidacta

Posted: September 18, 2009 in Escritos cortos

Mi querido viejito autodidacta, que por un pelito escapaste del analfabetismo en una época en la que los estudios eran considerados el pretexto de los flojos que querían escapar al trabajo de los verdaderos hombres, ¿a dónde se fueron los conocimientos que tan celosamente guardaste por más de ocho décadas?

Mi querido viejito chambeador, que a los siete comenzaste a trabajar turnos dobles después de que el general quemara todos tus libros, que a los quince aprendiste tu oficio de un borracho celoso que no te quiso enseñar, que a los 18 ya eras el encargado de su negocio, que a los setenta la artritis te arrebató el control sobre tus manos, ¿a dónde se fueron tus hermosas creaciones?

Detrás de tus ojos tristes hay un esfuerzo indescriptible mientras intentas encontrar mi nombre, pero hace casi diez años que la senilidad te me arrebató. Aún miras tus manos, buscando tu dignidad entre las arrugas, las pecas y las uñas gruesas que no puedes cortar sin lastimarte. Aún lloras cuando te acuerdas momentáneamente de quienes se te han adelantado y a los cinco minutos ríes al no acordarte de por qué llorabas.

Mi querido viejito, perdóname por desear hoy que te nos vayas. No me malentiendas, no quiero decir con esto que no te extrañaré. No quiero decir con esto que no te ame. Simplemente he visto cómo la edad te ha golpeado, los dientes se te han ido igual que el pelo, tus piernas hace tiempo ya que no te sostienen, tus manos te provocan más dolor que orgullo… yo sé que si estuvieras consciente no querrías vivir paralizado de tu mitad izquierda. Yo sé que con esta embolia considerarías que se te fue la poca dignidad que te quedaba.

Para mí esa nunca la perdiste, mi viejito querido, y nunca la perderás. Aún así prefiero verte partir ahora, con todo el dolor que eso me causa, a presenciar que se te vayan los pocos sentidos que te quedan.

Dios, si en realidad existes, maldito hijo de puta…
deja de divertirte y por favor haz que deje de sufrir.

Más ironía…

Posted: September 16, 2009 in More ranting

Generalmente me levanto a las 6:50, me baño, me visto y salgo del depa a las 7:40.  A eso de las 7:45 ya estoy en la parada del bus. Según el reloj que me haya puesto, es posible que no sean en realidad las 7:45 sino las 7:47 y haya perdido el bus de las 7:46, lo cual me deja con el de las 7:58.

Independientemente de cual tome, el bus debería tardar 20 minutos en llegar a la estación Cadillac de la línea verde del metro. De ahí debería tomarme 10 minutos llegar a Berri UQAM, 5 hacer cambio de línea para tomar la naranja y unos 7 más llegar a la estación Square Victoria.

De ahí caminar de 5 a 7 minutos más por el camino subterráneo hasta llegar al edificio del WTC, subir las eléctricas, luego las normales luego las otras eléctricas hacia mi oficina. En teoría, debo estar llegando a mi escritorio a eso de las 8:45 (eso si me doy prisa en bajar de bus para tomar el metro que está por partir cuando llega el bus (bendita sincronización de los paises primermundistas), si corro para el cambio de línea y si camino rápido para entrar al edificio) pero la mayoría del tiempo, por mucho que corra y me desespere, me dan las 8:55 antes de sentarme frente a mi computadora.

Hoy me levanté a las 7:30. Llegué a la parada sin saber ni qué hora era. Me obligué a ni siquiera intentar apresurarme. Caminé con una lentitud malsana… y al llegar a mi escritorio eran apenas las 8:30.

¿Será que en lugar del bus 199 habré tomado una máquina del tiempo?

Sueño extraviado

Posted: September 11, 2009 in Mundano

Hace dos noches me desperté de un sueño muy intenso, uno de esos que dices “que bueno que estaba soñando”. Me levanté y me fui al baño. Mientras hacía lo que tenía que hacer pensé “éste tengo que postearlo, está muy loco aún para mis estándares”.

En la mañana no pude recordarlo. Pasé todo el día de ayer tratando de recordar qué era… ya pasaron más de 24 horas y aún nada.

Los malditos estragos de la edad…

MCMXCIV

Posted: September 4, 2009 in Sueños fumados

Nunca en mi vida había ido a un concierto pero aún sin tener un parámetro de comparación, supe que aquel tendría que ser el mejor al que iría en mi vida. El escenario era el Coliseo Romano ¿Podría haber uno mejor? Ninguno que pudiera imaginar.

Yo estaba –por ponerlo en palabras sencillas- hasta casita de la chingada. Trepada incómodamente en un enorme pedazo de roca de quién sabe cuantos cientos de años de antigüedad. Desde ahí apenas lograba ver el escenario y seguramente a él lo vería como un puntito en la distancia, pero no me importaba.

Aún estando tan lejos, podía distinguir a la perfección el color morado de las enormes cortinas de terciopelo que adornaban el escenario y que nos ocultaba, a los espectadores, lo que había detrás.

Michael Cretu salió al escenario interpretando al personaje principal del video de sadeness: un monje vestido de túnica roja. La capucha cubriéndole el rostro.

La música comenzó. Lo supe porque todos les espectadores comenzaron a brincar y a aplaudir.

Yo no pode escuchar nada.

Sentía las vibraciones que la música estaba emitiendo. Fuertes, casi violentas; pero no podía escuchar nada. Comencé a desesperarme. Estaba ahí para disfrutar de mi grupo preferido y no podía escuchar un carajo.

Me lancé desde lo alto de la roca hacia el suelo y comencé a abrirme paso entre la gente. No fue muy difícil al principio porque había muchos espacios vacíos, pero a medida que me acercaba, la audiencia se hacía más y más apretada. Chocando unos con otros, cada uno celando sus pocos centímetros de espacio.

Las vibraciones iban en aumento, como el tempo de canción. Volteé alrededor, había algo que estaba mal, más allá de mi sordera súbita, había algo muy mal. Toda la gente se movía como una sola masa, no como individuos. Era como si fuesen parte de un todo. Todos tenían la mano derecha en alto, haciendo un mismo movimiento y haciéndolo al mismo tiempo, casi como alabando.

Ya no estaba muy lejos del escenario, pero aún no podía ver el rostro de Cretu bajo la capucha de la túnica. Ahora, sin embargo, podía apreciar que las cortinas tenían orillas de un color amarillo chillón que me resultaba indigesto.

Volví a mirar a la gente y esta vez noté que sus miradas estaban perdidas, como si sus mentes no estuvieran ahí. Como si sus cuerpos fuesen cascarones vacíos.

Tuve miedo, pero tenía que llegar hasta el escenario. Seguí caminando, abriéndome paso a base de empujones, codazos y pisotones.

Estaba quizás a unos 20 metros de llegar cuando la cortina cayó y se desvaneció. Una masa enorme, lo más parecida a un cerebro gigantesco de color morado, sí, el mismo morado de las cortinas, con una tira de púas amarillas atravesándolo transversalmente, se movía en un ritmo que me pareció reconocer.

Volteé de nuevo hacia la gente. Tenían que estar tan aterrados como yo.

Entonces supe en dónde había visto ese movimiento. Era exactamente el mismo que la masa estaba repitiendo. Era el mismo de las vibraciones que percibía. Era el que correspondía a la música que no podía escuchar.

Nadie pareció darse cuenta de lo que estaba pasando. Todos seguían contentos, bailando, brincando, levantando la mano derecha y repitiendo el movimiento.

Volteé hacia el escenario, la incredulidad apoderándose de mí más que el miedo.

La canción estaba por terminar. Cretu se retiró la capucha y entonces pude ver que en la parte superior de su cráneo, había una réplica idéntica, pero diminuta de el cerebro morado con púas amarillas. Aquel, también moviéndose al ritmo de la música.

La canción terminó. Michael Cretu me miró. Y aunque no volteé, pude sentir millones de miradas sobre mí.

Entonces desperté.

En aquel tiempo tenía 14 años y Enigma era mi grupo favorito.